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La verdadera razón del disparatado cambio de nombre del Ejército del Aire de España

by posizionarte
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El gobierno rebautiza el Ejército del Aire como «Ejército del Aire y del Espacio»

Ese refrán viene a referirse a los que, en vez de dedicarse a hacer cosas más importantes, se dedican a perder tiempo y energías en tonterías. Y a menudo lo hacen para tapar precisamente esas cosas importantes a las que no dedican su atención. Es un buen refrán para referirnos a la acción de este gobierno en general, y también a la de su ministra de Defensa, Margarita Robles. En 2019 ya vimos aquí su ocurrencia de rebautizar el Ejército del Aire como “Ejército del Aire y del Espacio”, saltándose así una de los consejos de quienes trabajamos en cuestiones de marcas en lo relativo a las denominaciones: la brevedad.

Pues bien: el Consejo de Ministros ha aprobado hoy ese disparatado cambio. La web de La Moncloa lo justifica afirmando que “esta decisión está en consonancia con la apuesta del Gobierno por la industria aeroespacial como sector estratégico y ha recordado la reciente aprobación del PERTE Aeroespacial y la previsión de creación de la Agencia Espacial Española”. La explicación es una soberana tontería: las agencias espaciales (como la NASA o la ESA) suelen ser civiles, y que haya una industria aeroespacial no implica que el Ejército del Aire tenga que reflejar ese ámbito en su nombre. Veamos sin ir más lejos el caso de EEUU, el país con la mayor industria aeroespacial: si Fuerza Aérea, la USAF, o hace ninguna referencia al espacio. Ni siquiera lo hacía cuando disponía de un mando espacial, antes de formarse la US Space Force en enero de 2020, que es una rama separada de la USAF, aunque dependiente del Departamento de la Fuerza Aérea.

El EA no tiene ningún departamento espacial en su organigrama

Se mantiene a día de hoy una paradoja, y es que el Ejército del Aire, ahora también “del Espacio”, no tiene en su organigrama ni un solo departamento dedicado al espacio. Es decir, que el gobierno ha decidido empezar la casa por el tejado, cambiando el nombre de una institución con casi 83 años de historia para responder a una necesidad que no tiene.



El organigrama actual del Ejército del Aire. No hay ni un solo departamento dedicado a cuestiones espaciales (Fuente: Ejército del Aire).
Una mera copia de lo que ha hecho Francia con su «Armée de l’Air et de l’Espace»

¿A qué viene entonces este cambio? Pues es fácil de deducir. El propio nombre del “Ejército del Aire” es algo atípico entre las fuerzas aéreas. Sólo hay seis países que utilicen esta denominación, y los otros cinco son francófonos: Francia y sus antiguas colonias de Camerún, Congo, Gabón y Madagascar. En esos otros cinco casos, se usa la expresión “Armée de l’Air”. Cabe suponer que el nombre de “Ejército del Aire” se adoptó en España por influencia francesa, como muchas otras cosas que ocurren a este lado de los Pirineos.

El Armée de l’Air de Francia cambió su denominación en septiembre de 2020 por “Armée de l’Air et de l’Espace”. En julio de 2019 Emmanuel Macron había anunciado la creación de un “mando espacial” en el Armée de l’Air, afirmando: “Esto eventualmente se convertirá en el Ejército del Aire y del Espacio“. Así que en noviembre de 2019, cuando Robles propuso el cambio de nombre del Ejército del Aire, se limitó a copiar a Francia, pero sin mando aeroespacial.



¿Cuánto nos va a costar este absurdo cambio de denominación?

Cabe preguntarse qué va a pasar con el Cuartel General del Ejército del Aire, que luce la denominación actual en grandes letras, y con los rótulos que lleva una parte de la flota de aeronaves de nuestra fuerza aérea, además de los rótulos de bases aéreas, impresos, etc. ¿Estamos en España para gastar dinero en estas cosas, mientras tenemos aviones obsoletos que siguen sin un sustituto a la vista? Ahí están los P-3 Orion (ya sólo uno en activo, y sin reemplazo), los F5-BM (también sin reemplazo), parte de la flota de C-101 Aviojet (hoy este avión cumple 45 años), etc. De igual forma, hay que ir buscando también reemplazo para los EF-18M (¿el F-35, quizá? ¿para cuándo?), no vaya a ser que nos pille el toro como ha ocurrido con otros modelos. Pero en vez de dedicar tiempo y recursos a estas necesidades, el diablo se pone a matar moscas con el rabo. Así nos va.


FUENTE: www.outono.net

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